La arrancaron de su patria hacía poco más de 3 décadas, cuando aun era un infante sin conciencia ni noción.
Ella nunca lo supo y sin embargo siempre la acompañó ese sentimiento de no pertenecer a ningún sitio, de no estar en el sitio adecuado… No tenía una vida desgraciada y sin embargo por las noches la asaltaba un sentimiento extraño de agonía que la hacía estallar en lágrimas.
Sus ojos eran grandes, del color de la yerba recién cortada, hermosos… Y sin embargo nadie los envidiaba; porque se hallaban reflejados en ellos la tristeza.
Nunca nadie le preguntó, por lo que ella misma dejó de buscar respuestas hacía una eternidad; quizás no había nada que preguntar. Intentó subyugar ese constante sentimiento de pérdida bajo una máscara de alegría: mientras más latente era su pesar más grande era su sonrisa.
Su sonrisa era amplia, blanca, cálida, hermosa… Y sin embargo nadie la codiciaba porque destilaba amargura.
Intentó ocultarlo y lo ocultó de hecho, al menos durante unos años. Pero la negación y la mentira tienen un rasgo común y es que tarde o temprano tienden a salir a la luz… Y entonces suelen ser mortíferas.
Así volvió la desdicha con más fuerza que nunca, más destructiva… Y las lágrimas no sólo empezaron a asaltarla por las noches, sino que a todas horas estaban presentes. El vacío y la desesperación estaban ahora siempre presentes. Intentó luchar contra ello, quizás no lo suficiente, quizás no de la manera adecuada y al final cayó presa de una enfermedad a la que nadie sabía darle nombre y de la que nadie hallaba cura.
Y se consumió poco a poco, con la bruma de la tristeza impregnándola, con la sensación de no pertenecer a ningún sitio… Y se convirtió en un cadáver gris y pálido.
Entonces la devolvieron a su patria para darle sepultura, la llevaron a aquel lugar que ella siempre desconoció pero al que siempre tuvo presente. Y al dejar el cuerpo inerte sobre la tierra mojada pasó algo asombroso: el cuerpo retomó un ligero color y el gesto compungido se tornó en un gesto dulce de descanso… La vida no volvió, pero sí lo hizo la esperanza.
Una leve brisa sopló de repente haciendo agitar a los sauces sinuosamente las ramas. El viento pronunciaba una palabra: nostalgia.
------------------------------------------------------------------------------------------------
Etimología de la plabra 'Nostalgia':
Esta palabra consiste en un cultismo introducido por el doctor suizo Johannes Hofer en 1688. Lo utilizó en una tesis que descibía una enfermedad agónica, sufrida por un sirviente y un estuidante, que se curaba milagrosamente al regresar al hogar.
Buscó entonces una palabra que designara en todas las lenguas el vocablo alemán 'Heimweh' que venía a nombrar el ‘deseo intenso de estar en casa’, el ‘sufrimiento por estar separado de la familia’.
La palabra nostalgia viene del griego νοστος (nostos = regreso) y αλγος (algos = dolor ). La nostalgia es la pena de verse ausente de la patria o de los amigos.
viernes, 19 de febrero de 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)